Caso clínico psicología

Caso clínico psicología


Ayer tuve una guardia típica de lunes… muchísimas pacientes, varias pasaron a área COVID, dentro de este contexto tuve 2 casos que me dejaron pensando… Una paciente joven llega con contracciones y al ser interrogada por sus molestias el esposo respondía, a pesar de que ella estaba a punto de hacerlo, tan es así que en las siguientes preguntas ella no hacía ni el ademán de responder porque él respondía con voz más alta de lo habitual, exigiendo premura en la atención cuando teníamos 3 pacientes antes que ella, pero queríamos indagar qué tan emergencia era pues, no atendemos en orden de llegada sino en orden de emergencia, como fuere, era tan incómoda la situación que le dijimos que guarde silencio y la deje hablar, pero su altanería no le permitía hacerlo, ingresamos a la paciente para oír latidos fetales y asegurarnos que aún podía esperar, ya adentro solas se le preguntó si sufría de violencia de parte de su pareja, han de saber que con esa actitud descrita, es bastante probable que eso pase, se quedó callada y no negó ni afirmó lo cuestionado… Minutos después solicitamos un monitoreo fetal que se realiza en otra área, allí nuevamente el sujeto haciendo gala de su educación vuelve a vociferar y criticar nuestra atención, llama a la Superintendencia y a SUSALUD, mientras eso, la paciente vuelve con el resultado y allí estando sola con ella le digo: Al momento, estamos yendo bien, estás en dilatado 1, habitualmente hospitalizamos en dilatado 4 hacia arriba porque es primer hijito, vas a demorar y arriba te vas a aburrir… No sé si les ha pasado alguna vez, ven los ojos de una persona y hablan mucho más de lo que pueden oír con sus palabras… pues, la mascarilla no le tapaba los ojos y eran uno ojos de tristeza y angustia al mismo tiempo, cuando le dije: Podrías esperar unas 4 horas por aquí, alrededor del hospital con tu pareja, situación que el 99% de las pacientes acepta porque están con un acompañante que les da fuerza, amor, apoyo, como tiene que ser, ya sea la madre, la pareja, la amiga; ella me miró con resignación, lo otro_ le dije_ es que te hospitalice desde ahora, vas a estar arriba sin familiares por la pandemia, tú solita, y sus ojos me dijeron, por favor, hospitalíceme. No esperé más, así lo hice… indiqué su hospitalización y de inmediato seguimos con una paciente que llegaba en dilatado 9-10 ya para nacer, en todo el ajetreo y eso pasaron como 20 minutos y cuando pregunto por la primera paciente me dijeron: Su pareja se la llevó

Me quedó la frustración, no la ayudé, la angustia, la impotencia, la sensación de que debí hacer más, aunque cada una tiene su función, somos un equipo de trabajo, debemos de luchar desde la tribuna que tengamos, tenemos la obligación de hacerlo como sociedad, debemos formar mujeres independientes, empoderadas, capaces de detectar a estos individuos antes de involucrarse más y, de estar ya en una relación, tener el suficiente amor propio para valorarse y salir de este círculo vicioso tan negativo que no sólo las afectará a ellas sino también al nuevo ser. Una de cada cinco mujeres y niñas, incluido el 19% de las mujeres y las niñas de 15 a 49 años, han sufrido violencia física y/o sexual por parte de una pareja íntima, durante los últimos 12 meses. Sin embargo, en 49 países no existen leyes que protejan específicamente a las mujeres contra tal violencia.

De esto va la IGUALDAD DE GÉNERO, debemos educar a los niños, hombres del futuro, enseñarles que los hombres y las mujeres somo iguales, entendemos lo mismo, tenemos exactamente la misma capacidad de comprensión, que no somos el sexo débil, que no necesitamos ser protegidas por ellos, que no somos más vulnerables, SOMOS IGUALES y como tal deben ser criados y educados, en IGUALDAD DE CONDICIONES. Si eres mujer, puedes luchar contra los prejuicios y las asociaciones implícitas que pueden constituir un obstáculo no pretendido y a menudo invisible para la igualdad de oportunidades. Si eres hombre o niño, puedes trabajar junto a las mujeres y las niñas para lograr la IGUALDAD DE GÉNERO y mantener con ellas relaciones respetuosas y saludables.

¿Se imaginan a qué ambiente llegará esa criatura? Hoy pregunté a la guardia si la paciente volvió… nunca volvió.

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